Reedicion remasterizada del vinilo Anti-todo.
Para la historia del rock vasco, y posiblemente para todo el Estado, 1985 es un año trascendental para el asentamiento del punk-rock. Además, en Euskal Herria el punk se funde con el Rock Radikal Vasco, aunque no necesariamente. De hecho, Eskorbuto siempre mantuvieron sus discrepancias con el movimiento y todo lo relacionado con él. En realidad, pocos grupos de la época reconocían pertenecer al RRV, entre otras cosas porque no se trataba de un listado de bandas generadas por una oficina de reclutamiento, sino del proyecto visionario de algunos medios de comunicación que, de otra parte, nunca marginaron a Eskorbuto, aunque ellos lo asegurasen en algún momento. Si cabe, trataron a Eskorbuto con admiración y apoyo.
Por el hecho de trabajar en prensa y radio, simpatizando con el punk y el RRV, compartí muchas horas con el trío de Santurtzi, Bizkaia. Junto con otros seguidores apoyamos económicamente la edición del primer disco de Eskorbuto, un tanto difícil de valorar por las condiciones tan lamentables en las que se grabó, dicho con el máximo respeto a Iñaki González Bilbao, técnico del estudio, primerizo por aquellos años y con graves problemas de sonorización ajenos a él. Iñaki fallecería años después de un ataque al corazón. En realidad, la penuria fue algo inherente a la vida y a la carrera musical de Eskorbuto, ya que todos sus álbumes se grabaron en el mínimo tiempo posible imaginable, en parte por la escasez en los presupuestos (estudios caros, sellos rácanos), de otra por la necesidad de Josu y Jualma de dedicar el dinero a otras inversiones.
Para la grabación de “Anti Todo” (separadas las dos palabras conscientemente a pesar de su inconveniencia gramatical), Eskorbuto recurrieron a lo que mejor sabían hacer: ir al estudio con toda la visceralidad y provocación disponible, inspiración y talento natural. Josu aglutinaba la mayoría de ideas, todo escasamente perfilado en el local de ensayo y dejado a la presión del estudio. Lo curioso del asunto es que, en la mayoría de las ocasiones, volvían con un excelente máster que vendían a quien le pusiera rápidamente el dinero por delante. Es lo que tenía estar enganchado, a excepción de su batería Paco.
A los estudios Tsunami de Donostia acudieron con lo puesto, los bocadillos y unas pelas prestadas más allá del presupuesto pactado entre discográfica y el estudio. “Anti Todo” fue su mejor disco, y uno se pregunta qué hubiese sido este trabajo si Eskorbuto lo hubiesen preparado con más tiempo, más presupuesto y un férreo control.
“Tamara” prácticamente se generó en el estudio, en los menos de dos días que tuvieron para grabar, como buena parte de “Ha llegado el momento”. Lo que ocurría es que Paco cogía el ritmo y no se complicaba la vida, con lo que la parte trasera de la canción estaba asegurada. Josu era un guitarrrista limitado, pero poseía una intuición musical desbordante. Con todo, quien más me descolocaba era Jualma. Éste no se complicaba en exceso con los previos de las grabaciones, pero tenía una extrema capacidad punk para sacarle al bajo notas marcadas, redondas y pegadizas. Veía la canción con facilidad y escribía un texto o una melodía con la inmediatez del necesitado.
Josu, sin embargo, prefería perforar las palabras con tiempo. Dedicar sus estrofas a quien correspondiese, transmitirle su ira. Josu no olvidaba y, además, le encantaban las frases lapidarias, las amenazas literarias, de pared, y los estribillos, donde tanto él como Jualma eran maestros.
“Anti Todo” se grabó ultrarápido, con la ayuda del experimentado técnico de sonido Josean López, fallecido meses después en un accidente de tráfico (“Anti Todo” es un disco que habla en numerosas ocasiones de la muerte). Lo cierto es que hizo un gran trabajo, pero una nueva masterización, la de la presente edición, ha colocado el disco en otro sugerente terreno musical, que ya merecía. Lástima que por las penurias de la época y por las muchas pelas que costaba comprar el máster, con todas las pistas, no pueda ser remezclado, pues sería muy divertido ver cómo sonaría “Mata la música”, aún más disco. Canción, por cierto, que en escasas ocasiones llegaron a tocar en directo y que le debe bastante al técnico de sonido Josean López.
Con el máster en la mano llegó la hora de estudiar la portada y el título. “Anti Todo” surgió con rapidez, casi porque debía ser así, y sin otras opciones dada la vida del grupo y su posición política y social del momento. El negro le iba bien al oscuro futuro (Josu insistía en que moriría antes de llegar a los treinta) y al apócrifo título. La siguiente cuestión fue dar con letras identificativas (tantas veces usadas en el futuro), así que fue cuestión de coger el pincel y sobre decenas y decenas de cartulinas escribir una y otra y otra vez Eskorbuto. El toque final fue darle la vuelta a la t como afianzamiento del antitodo. La trasera del disco profundiza en la idea al resaltar dos grandes tes (o cruces) también con la cruceta hacia abajo dibujadas de forma artesanal, como la misma música de Josu, Jualma y Paco.
En una lucha judicial de Paco contra su discográfica, de varios años, el batería ganó la partida, así que disfruta otra vez de la vehemencia, sencillez y rabia de este renovado “Anti Todo”, un clásico de nuestra historia. Fue el gran año de Eskorbuto y el que dio paso a un intenso 86 en el que grabarían la casete “Ya no quedan más cojones, Eskorbuto a las elecciones” e “Impuesto revolucionario”, grabado en directo en unas condiciones pésimas y que Eskorbuto vendieron al mejor postor en el mismo lugar de grabación (y en metálico), en este caso Servando Carballar, (DRO).
“Anti Todo” se edita por primera vez en vinilo a primeros de 1985. En junio de 2005 aparece en compacto. Dos meses después se publica en México.
texto: Pablo Cabeza
1. Historia triste.
2. De ti depende
3. Es un crimen
4. Mata la música
5. Anti todo
6. Cuidado
7. Tamara
8. Cerebros destruidos
9. Ha llegado el momento, es el fin.
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